Lo que nos detiene


Venimos al mundo para cumplir metas, para encontrar nuestro propósito de vida y de esa manera servir a otros. 

Cuando tratamos de hacer nuestros sueños realidad nos encontramos con una gran cantidad de obstáculos. La mayoría de veces nos saboteamos a nosotros mismos, son obstáculos o excusas que nos ponemos para no cumplir lo que anhelamos.
¿Será que la fuerza de voluntad es poca? ¿Será que el miedo es más grande?  Miedo al fracaso, a arriesgarnos… [ingrese otro aquí].

Tu mente
. Creo que es lo primero de lo que debo hablarte, es el motor para nuestros sueños. Nuestra manera de pensar viene definida de las experiencias, de lo que hemos vivido, de la misma forma, actuamos según nuestros pensamientos. La mente es la herramienta más poderosa que nos ha dado Dios para poder explotar al máximo.

Ahora la pregunta ¿Qué tipo de pensamientos guardas en tu mente? Científicamente, el ser humano está predispuesto a conservar pensamientos negativos. Los que piensan que tienen mala suerte, la van a tener. Entonces, por donde tenemos que comenzar es sugestionando nuestra mente, debemos de cambiar a pensamientos positivos.
Entre más fuerte sea la voluntad, la mentalidad ganadora, más fácil vencerá a las excusas. Que lo que te mueva, supere al auto sabotaje que tu cerebro hace al no querer trabajar.

Pereza, comodidad, estar en nuestra zona de confort, aunque es ahí donde nos sentimos seguro, es justo ahí donde no avanzamos. Muchas personas están cómodas en este momento, perdiendo el tiempo que el día de mañana van a querer de regreso para hacer lo que nunca quisieron hacer. “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero” Todo lo que queremos está al otro lado del miedo.
“Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino uno de poder de amor y dominio propio” 2 Tim 1:7
 


Lo que otros piensan de nosotros siempre nos ha paralizado más de una vez. Aunque no nos guste admitirlo y suene irónico, a veces en nuestro hogar, en nuestra zona de confort, es en donde menos apoyo recibimos, y a veces mucho peor, es ahí donde te cortan las alas. Si eres de las personas que critican los sueños o tratan de “mantener sobre tierra” (no dejarlo despegar) a un familiar, no sabes cuánto daño le haces a tu propia familia.

Un pensamiento que me encanta, de Juan Diego Gómez, analista financiero y fundador de Invertir mejor:
“¿Qué hago si mi familia no me apoya, son personas tóxicas que no me dejan despegar?…Apalancate, qué mejor motivación que demostrarles a todos los que no creyeron en ti, que lo lograste, que continúen así, que te den el empujón que necesitas para crecer.” 


La pareja que te corta… las alas para volar. Muchas veces en este camino de vida, llevamos como copilotos a alguien que no nos deja despegar. No necesitamos relaciones tóxicas aunque creamos que es el amor de nuestra vida, no se trata de eso el amor. “Ayúdame a despegar o apártate de la pista”

Agradezco a las personas que directa o indirectamente me han incitado a seguir adelante. A demostrarles que si puedo con todo lo que me propongo, a que el miedo es solo una excusa que el cerebro crea para no trabajar más, para no expandir la zona de confort.

Los animo a que no se detengan. Para serles honestos, actualmente hay algo que quiero hacer, algo que posiblemente cambie mi vida, a mejor claro, pero no tengo miedo, ¡tengo pavor! ¿Me voy a detener? No quiero.
Todo aquello  que yo quiero, vale la pena luchar!!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vecino del pecado

¿Qué sabes del amor?

Del Porno a Cristo pte 1