¡Para de Sufrir!
¿Alguna vez te has
preguntado por qué te preocupas tanto? El estrés a nivel mundial está
aumentando, desde que pensábamos que los adultos son los que sufren mayor
estrés, hasta llegar al punto en el que los más estresados son niños y
adolescentes.
Las principales causas
del estrés, de las preocupaciones son algunas de las siguientes: Trabajo,
dinero, salud, relaciones personales, mala alimentación, falta de sueño, entre
otros. ¿Cuánto estrés acumulas día a día? ¿Cuántas veces te preocupas por cosas
que no vienen ni al caso?
La
palabra “preocupar” según la RAE se define como: ocupar antes o anticipadamente algo,
Dicho de algo que ha ocurrido o va a ocurrir: Producir intranquilidad, angustia o temor.
Lo admito, es difícil no preocuparse, vivimos en un mundo ajetreado y acelerado.
Pero si te detienes por un momento y te preguntas por qué estás preocupado/a
por algo, no le encontrarás sentido.
Pablo afirma una
promesa de Dios, ¡no sufras!, ¡no te preocupes por nada! Porque él está al
cuidado de ti, siempre, en todo momento. Filipenses
4:6-7.
¿Cuál
es esa paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento?
Es cuando no existe lógica alguna para estar tranquilo/a pesar de los problemas
que tengas, a pesar que el mundo se te vino encima, estarás tranquilo, porque
tienes la seguridad que Dios cumple su promesa. Cuando tienes a Dios en tu
vida, no necesitas que se acaben los problemas para estar en paz, aprendes a
estar en paz en medio de la tormenta.
No
te preocupes por cualquier cosa. La preocupación no
tiene razón de ser, únicamente exagera los problemas, es completamente inútil,
porque no te saca de nada, solo te hunde más en la desesperación. Cada vez que
piensas lo estresado/a que te tiene tu problema, comienza a crecer y se infla y
se infla y sientes que cargas con un peso mayor. No naciste preocupado/a, tenlo
muy en cuenta, eso lo aprendiste a lo largo de la vida, y te toca des-aprender
por tu propio bien. Mateo 6:25-27. Si
Dios cuida a las aves, que no trabajan y aún así comen ¿crees que no va a
cuidar de ti mejor?
¿Qué
ganas preocupándote? Quiero responder yo, no ganas nada, lo
siento pero nada de esto le suma tiempo a tu vida, al contrario, puede reducirla.
Es importante estar consciente de que no todo depende de nosotros, y las cosas
que sí dependen de nosotros, de nada sirve preocuparte.
Antes de preocuparte
por algo quiero que pienses en esto: Cuando te preocupas, pierdes el apetito,
estás irritable todo el día, vienen los dolores de cabeza, te desconcentras de
tus deberes, viene el insomnio. Así que la próxima vez que te aflijas, recuerda
que Dios está contigo, y que se te pase.


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