Zootopia, lo que aprendí

Foto: Disney Studios

Lo que hace a una película infantil ser de las mejores es que además de entretener y sacar carcajadas a los niños, deja una gran lección de vida a los adultos. Así que hablaremos de una de las películas animadas del 2016, ganadora del Golden Globe 2017, Zootopia. No quiero contarte la película, ojala que te quedes con las ganas de verla, si es que  no la has visto ya. Lo que me importa son las diferentes  lecciones que me dejó esta película y quiero compartirlas contigo. Intentaré dejarte picado/a con el mínimo de spoilers para que la veas.

Sinopsis:
La metrópolis de Zootopia, donde puedes ser lo que deseas, la cuidad donde habitan todo tipo de especies animales y conviven en armonía. Cuenta la historia de una coneja, Judy Hopps, con un sueño de ser policía en la ciudad. Al lograrlo se da cuenta que las cosas no son tan fáciles como esperaba. Y para mantener su trabajo debe resolver un caso, con la ayuda de un zorro estafador llamado Nick Wild.


En Zootopia puedes ser lo que deseas. En este mundo podes ser lo que querrás y te propongas a ser, si trabajas en ello. Podes llegar a ser el primero/a en hacer algo que a nadie se le había ocurrido hacer. A ningún conejo se le pasó por la cabeza ser policía por su tamaño y su ternura, pero Judy fue la primera oficial conejo en la ciudad. Incluso aunque sus padres no estuvieron de acuerdo con su sueño. Que el miedo de terceros no se te pegue a ti. Muchas personas no van a querer que llegues. Solo demuéstrales de lo que eres capaz.

Estamos llenos de prejuicios y de estereotipos. Creando una diferencia y un conflicto social, e incluso llegando a la discriminación dentro de una sociedad. El estereotipo del zorro estafador está fuera de lugar, ¿por qué juzgamos a los demás? Jesús dijo que si juzgamos que lo hagamos con justicia, no por las apariencias Juan 7:24. Si lo hacemos que sea para que nuestros hermanos sean mejores, que se acerquen más a Cristo, juzgar por criticar destructivamente no sirve de nada.

El pasado que quede atrás. Nosotros no tenemos culpa de lo que nuestros antepasados hicieron. Pero si es nuestra responsabilidad hacer que la historia no se repita. Que la gente piense lo peor de ti no debe ser excusa para ser alguien así.

Somos cristianos. Debemos de dejar de ser prejuiciosos, no conocemos a las personas. No juzgues por las apariencias, casi siempre cometemos ese error. Ponte en el lugar de las otras personas. Sé que la empatía no es muy común que digamos, pero es necesaria. Estamos llamados a amar a nuestro prójimo, no a odiarle.


Foto: Disney Studios

Me llenó de muchas ideas, en cómo actuamos dentro de la sociedad. A pesar de ser una película infantil, aparecen muchas analogías, que en la vida vemos cada que salimos a la calle o vemos las noticias. Es cierto que podemos ser lo que queramos, sin embargo hay que considerar que tenemos límites, que nos rigen las leyes naturales.

Sí  podemos vivir en armonía. A veces quienes se creen ser las victimas por parte de alguien, o de una etnia específica, terminan siendo los victimarios, llenos de odio, discriminación con tantos prejuicios en la cabeza, sin darse cuenta del daño que hacen. Necesitamos más tolerancia, más empatía, y menos odio irracional.

No dejes que nuestras diferencias nos dividan, no somos diferentes para estar en contra siempre, sino para completarnos entre todos.

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