Experiencia: Por qué NO soy ateo
A
lo largo de la historia de la humanidad siempre se ha enfrentado a otros debido
a su pensamiento, debates polémicos que continúan hasta en estos días de uno de
los temas que más ha trascendido, tantas preguntas que se han hecho, ¿Dios
existe? ¿Si es así dónde están las pruebas? ¿Por qué hay maldad en el mundo? Y
muchas otras que ya conocemos.
Definamos
en pocas palabras, el ateísmo es el rechazo a la creencia en la existencia de
uno o más dioses. Hay teorías del origen del universo, de las que hablaremos
posteriormente. Se han hecho muchos experimentos para encontrar cómo se originó
el universo, no se ha demostrar a ciencia cierta que Dios existe, pero tampoco
se ha concluido en experimentos: “Dios no
existe”. No podemos probar su existencia porque está en un plano más
allá de lo visible, de lo que se puede tocar y de lo que podemos comprender. No
llegamos a él a través de la ciencia, sino a través de Cristo Juan 14:6.
Quiero
contarte de mi joven vida, por qué no soy ateo, por qué sigo a Cristo.
La
maldad en las personas no es una excusa. Asesinos, ladrones, corrupción, padres
pederastas, asesinos y muchas otras cosas. A mí también me gustaría saber por
qué hay tanta maldad en el corazón de las personas, y el libre albedrío parece
no ser una respuesta convincente. Es vergonzoso que alguien que se dice llamar
seguidores de Dios cometa actos horribles. Pero ¿La maldad en el corazón de las
personas es prueba que Dios no existe? Si es así, entonces la bondad y el amor
en las personas es una prueba de su existencia.
Sabemos
que las especies evolucionaron, se adaptaron a su medio, selección natural,
pero ¿cómo supo el organismo adaptarse a las situaciones? ¿Cómo supo el mismo
organismo modificarse y cómo se ordenó de tal manera de cambiar su adn para
adaptarse? ¿Las leyes de la física fueros creadas por el universo mismo? ¿Fue
alguien quien hizo todo eso? Yo creo que sí.
No
creo en casualidades o la “suerte”, no creo que el azar sea la respuesta a
diferentes situaciones. Las estadísticas nos dicen la probabilidad que un
suceso se dé o no, más no entra en la filosofía del porqué pasó lo que pasó,
pienso que ningún científico se quedaría tranquilo con la respuesta “quizás fue casualidad”.
Por
experiencia personal, no puedo no creer en Dios, toda la ayuda que he recibido
de las personas a mi alrededor en el momento justo, las llamadas “bendiciones”
que han llegado a mi vida no pueden ser solo casualidad. Aunque te suene
curioso, pero hace más de diez años, quise ir a la iglesia con mi madre en vez
de ir a un paseo, dicho viaje terminó en un accidente de tránsito, ninguna víctima
mortal, pero si hubiera ido, ¿estuviera contando esto? No puedo creer que todo
eso solo fue suerte.
Tener libre albedrío te da derecho a creer en lo que quieras, creer o no
creer es tu elección. Si vas a creer que sea por tu propia cuenta, por tu
propia fe, no por la de otros. No todos los cristianos somos “manipulables”. No
todos los no creyentes son “malos”. Que
alguien piense diferente a ti no lo convierte en tu enemigo.
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