Año nuevo, ¿vida nueva?

¿Cómo te ha ido en este 2015? ¿Has logrado tus objetivos? ¿Has cumplido tus metas en ese año? ¿O cuando ves atrás, te das cuenta que hay cosas que no pudiste hacer?

Ya estamos iniciando un nuevo año, y quizás el fin de un año e inicio de otro, nos hace pensar que a las 00:00 del 1 de enero se presiona un botón de reset, y volvemos a comenzar, donde no existe pasado, donde todo es nuevo, donde ya vas a hacer las cosas completamente diferentes como por arte de magia. Pero no es así, vas a necesitar mucha más determinación, más de la que tuviste el año pasado, tendrás que disciplinarte. Estoy seguro que tienes metas que quieres alcanzar, pero quiero que tengas los pies en la tierra, no porque ya sea un año nuevo, todos los asuntos viejos van a quedar en el olvido, están igual de presentes porque lastimosamente lo único que cambia de un día para otro es la fecha del calendario.

2016 sorprendeme, pág. 1/366, 366 nuevas oportunidades, entre otras… Encontramos estas frases por todos los lados en las redes sociales, en mi opinión, sé que son frases motivadoras; sin embargo, vas a necesitar más que eso.

Cambiemos la forma en la que nos ponemos propósitos, empezamos a hacer una lista interminable de metas, que solo al verla te cansas, y varias de las metas que has escrito están relacionadas entre sí. Lo que puedes hacer es plantearte pocos propósitos (el que mucho abarca poco aprieta y rápido se rinde) máximo un objetivo o dos, te explico por qué: hay que aprovechar la similitud de algunas metas, por ejemplo:


  • Ir a la iglesia
  • Leer la Biblia todos los días
  • Aprenderte un versículo diario
  • Orar más
  • Ir al gimnasio
  • Comenzar una dieta
  • Dejar de fumar/tomar
  • Ir al doctor regularmente



Es una gran lista, muchas tareas que al final se nos van a olvidar o vamos a perder el interés en uno o dos meses. Ahora bien, qué tal si toda esa lista la resumimos en esto: Acercarme más a Dios y Mejorar mi salud y condición física. Para lograr estas metas principales, de manera implícita te vas a encontrar con esos propósitos más pequeños, pero a diferencia que te enfocas en una cosa solamente. Ten en cuenta que no podemos solos, necesitamos a Jesús.

Juan 15:5-8 “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.  El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.  Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.”


Lee el capítulo completo y más. Espero que en este año puedas cumplir lo que te has propuesto, que esa motivación dure todo lo resta del año y todavía más,  pon todos tus planes en sus manos, y cuando caigas, recuerda que no estás solo/a, Dios cuida de ti, te ayudará a levantarte con más fuerza.


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